Serie

Soy otro enfermo mas en esta locura de mundo
de esta intranquila y perfida sociedad sucia
socio ya, de un canto extinguido
habitante de una tierra de fantasia
restregada de cuentitos viejos.
Existencia, vivir, extinguido...
La igualdad alguna vez a existido?

Me las tiro encima

Las ideas... Las palabras se me acortan, se me van
se me escapan
pierden razon de juicio y yo, empequeñezco aun mas.
Me empeño en darle alma al criterio
me quedo sin chistar, sin tararear
sin lengua, sin cuerda vocal, fuera de habla
Soy como un niño,
un niño mudo tratando de balbusear
siquiera eso, no, nada mas...
me revuelco entre muecas
entre mimicas ajenas
mojada entre sobajiados de indiferencia
y las ideas se me estancan,
Yo me las tiro encima
me abrigo con ellas
me creo en un nido...
Casi se me mueren, como si se me fueran a esfumar
se retuercen un poquito ellas y con ello
con ello opacan el silencio, me lo desatan
y caen entre mis pies, se derraman
lo hacen como si desnuda me dejaran
me hallara flotando en el mar
entre la quietud de aguas...
Y la tempestad alborotada
enmarañada andrajosa de mi mirada
Lejos, bien lejos, apartada
enclaustrada, amordazada
bajo el manto sepulcral de la madrugada.

Para empezar

A ti, mi amante sombrio
a tu mirada dulce, a tu parpadear tardio
he entregado mi alma añeja, borrascosa
en este cuerpo juvenil y vivo...
Restregado de atardeceres marchitos
de noches inagotables
de suspiros inagotables, interminables
tantos placeres inscritos...
A ti, mi eterno niño
mi hombre viejo, cansado
bañado de luces, de salvajidades
de naturalezas incalculables
de credos inmaculados
sobajiados de cesos y estruendos de huesos;
Te he dado entre palabras de paladar inquieto mas de mil besos
y mas de cien versos
estampados, mojados, rayados en los muros
en los tinteles de las casas, en las plazas.
He hecho de tu sonrisa mi escapulario
y a raiz de sangre mi estandarte.
He predispuesto a ti una vida
mi vida
(nunca olvides aquello).