Dia D

"Ayuda a recoger los escombros", me dijo
mientras caminaba de un lado a otro, acarriando piedras, levantando polvo.
Sentada sobre un par de libros viejos, observaba la danza frenetica del humo de un ardor extinguido.
Me sacudi las manos, negras, sobre la falda cansada
y me levante, en poz de la estrategia del plan del mono
caminando de un lado a otro, acarriando piedras, levantando polvo...

Cuantos

Hablando de los sauces...
Recorde el cuerpo de aquellas caminatas oscuras
bajo una noche violada por las luces
y por los automoviles vomitando humo.
El sudor, con delicadeza de rocio
apurando el paso, con el sabor amargo de un viejo beso sobre la frente
y un desconocido dulzor sobre la boca
que no alcance a asimilar...
y otros tantos, tantas lenguas
perdidas en los confines solitarios de una mente hueca.

Por dos días

Como queriendo librarme de la cordura
voy cantandole a los sauces
ello me miran, asoman sus grandes melenas sobre el campo.
Ojitos brillantes se reflejan
como espejismos de ayer sobre la ventana
Adios Santiago...

(Des)pacio

Me levante temprano, como siempre
en busca de un asiento frente al sol
y el sol que ya no era sol, ni fuego
se me escapo entre cucharaditas de cal...

Poco y nada tiene que ver con usted.

cotidiano

Te extraño, como se extraña al final del dia, frente a una cama sin hacer, y las sabanas se me asemejan a la bruma, las ideas se me funden, se desbordan como la espuma, y el agua no se deja ver...
Lo hago, como se hace en las mañanas, despues de una taza de cafe.