enero 16, 2011

Verano

Debo dejar de beberte, luz de invierno
dejar de lado la presunta pretencion de prenderte fuego
al unisono, sumerjirte en hielo.
Las escarchas me parece  ya estan marchitas
sosegadas, cansadas del mismo canto
y aquel manicomio noctambulo que se vuelve la oscuridad para la hierva
esta redimido bajo el sol intenso de verano.
Tozudamente voy tras el parlamento de arboles, de circulos, de humedades
y vuelvo a encontrarme derrotada bajo la sombra escualida de aquellos muros,
ni siquiera la noche ha sido capaz de brindarme la oscuridad y agua que preciso
se ha vuelto una revocada de calentura, parecida a casa de putas.
 Mujer doliente, no hay frio, solo calor, calor pegotiado
sueño, cansancio, mal animo.

enero 13, 2011

Decibel

Casi como muerta bajo el manto crepuscular de un viejo otoño
en silencio acaricio el cielo grizaceo y estrepitoso de mis tormentos
mis palabras sugerentes se derraman
casi como tragedias menstruantes
y aquel hueco vacio de las tuyas
se siente como la mas grandiosa de mis heridas
tanta inconsecuencia me mastica las entrañas y devora las ideas...
Sabes bien que me pesan las amapolas

enero 05, 2011

Incauta

Déjame que encuentre la mirada grácil tras tu implacable misterio
Observarte en silencio, oculta desde lejos
Enviarte besos en alas de delirios
Elevarte entre las manos de mis abismos.
Déjame dormir bajo el umbral de tus deseos
Bajo la noche de tus ojos, acurrucada entre suavidad de plumas
Y tus pestañas inquietas, oscuras, adormezcan mis palabras, mis pensamientos.
Déjame tocar la lejanía de tus pesares, déjame ser yo quien los repare
Tener alma de ruiseñor, de días lluviosos, de tempestades de mares
Ir cada noche y cantarte, tener una excusa para llamarte
Para verte, para escondida acariciarte
Enjuagar tus cabellos con lirios de luna, lágrimas de plata, hacerte señor de mis dominios
De mis melodías de cuna, de mi aleteo herido, de mis ojos dormidos.
Déjame darte el lazo de mi vestido
Arrullarte bajo el cielo raso
Déjame posar tus ideas cristalinas sobre mi regazo.
Mi amor, déjame una vez mas recitarte mis mil vidas
Mis alegrías, mis disparates y huidas
Ser la dueña de tus versos, ser la que por encantarte no tiene perdón
Ni día, ni tiempo, ni razón