Escalera al Cielo.

Transpiran las paredes

el reloj anda enloquecido, y la cama chilla... chilla como nunca

sentada en el suelo mirando hacia el techo con los pies mojados

y la cabeza sudada, de entre mis uñas quito los restos de carne animal 

de sangre de encías, de drogas oscuras y flujo de lenguas.

Amontono todos los libros, tratando de armarme una escalera hacia el cielo,

durmiendo a ratos... en la soledad vuelvo a esta dama que herida me calma.

Pastillas, gritos, aguas.

regalame una escalera al cielo, o arranca mi cuerpo de este infierno

rascame el pelo, quita de mi espalda este llanto ancestral 

o cortame las manos, arrancame los dedos, mejor llévate mi voz...

asinomaspo

NO soy bonita, NO soy simpatica, TAMPOCO inteligente
SOY cambiante, si a la mañana te digo te quiero a la tarde quiero AHORCARTE
 PREFIERO el alcohol y la hierva a una cena en familia
PREFIERO la noche en vela que dormida... 
NO soy buen partido, NO soy buena amiga, NO soy buena hija, MENOS una buena mujer.

El dibujo de esa vez.

Mirando hacia la nada, de frente hacia la nada y sin mas que dar que mis manos,  lo único. Ojalá acaricien y sepan disimular frente aquel cuerpo ajeno y desnudo, allí en la nada misma, llenando el hueco que quedo tras las negativas sensatas (y por cierto muy cuerdas) después de aquel nuevo rumbo que escogiste, Romulo, el día en que partí. Y no se si me saben a pan quemado, o a cielo grisáceo; No sé si seguir con la mollera dura y chillar, chillar bien fuerte y besar como una magdalena tus pies húmedos y cansados... no se si aceptar cabis bajo o entregarme como cordero al matadero, así... en un silencio enternecedor con los ojos enormes y mojados; entregada así, calladita. Luego cae la sangre, degollada el alma y el pueblo con cara de espanto, la luna sigue ahí... ahí! mira ahí esta, la misma luna... Ya no la ves, te escondes entre tus libros como si fuesen cipreses y no se porque mierda, mi figura se me apetece como la de un lobo al acecho y así fue, lo único que hice fue devorar, rascar tu carne y desangrarte al alba... Si me vieras ahora, Romulo, los ojitos hinchados, la boca seca y los dedos heridos, con carita de perro enfermo, así con lo ojitos de antes... dando saltitos junto al teléfono como si con un ringrineo llegase aquel ronroneo otoñal, tomase la bicicleta con la cadena oxidada, las ruedas pinchadas da igual, pedaleando rápido, rápido para llegar allá tan lejos que estas y sentarme frente a tu puerta, rasguñando para que me oigas, asi me dejes entrar.

Luces sobre el parque

Luces sobre el parque... 

he tratado de escribir tu nombre sobre la arena

de oír tu voz de entre la alborada

si te veo después de pedirte como deseo a un diente de león.

Y veo la nubes en el cielo, el sol brillante que resplandece

las aves por ahí, que cantan, y los niños ríen...

Oigo el jugueteo de enamorados en las bancas

y las micros apuradas por fuera... el tiempo sigue avanzando

la vida seguirá, contigo o sin ti, tristemente sin ti, dolorosamente.

Tiernamente guardare todas esas veces que dijiste "eres mi vida"

mientras yo, este recostada sobre el pasto húmedo, mirando hacia la nada

como aquel dibujo... recuerdas? siempre seré tu mujer.

Dopandonos desde las 06:00 am

Gritar, dormir a ratos, mantener la mente ocupada.
Fumar y gemir, a si la vida se va , en un susurro
susurrando tu nombre... ver que no estas, saber que no estas.
Gritar de nuevo. Beber y beberlo todo,
tomar bajo la sombra implacable de los anestésicos,
de las luces de fármacos pequeños y de noches pegajosas sobre la almohada,
Mañanas ojerosas y tardes nauseabundas.

Castell, en los últimos pasajes del Túnel... si no estas para mañana, me mato

Estuviste, 

y a diferencia de Juan Pablo no te maté, ni quiero matarte...

Y no sé si matarme yo, o si evitar el deseo implacable,

el deseo terrible de hacer añicos mis manos, de azotar la cabeza contra las muros

caminar hacia la calle con la vista ida, mirando como un niño enfermo hacia el cielo.

Esperar, esperar o vivir una vida de miseria... vivir a medias, como un anima

O ir de la mano de algún ser del inframundo, tomar el camino de los cobardes, morir.

Gatos en celo

Ideas titilan obre tus labios
se retuerce mi espina, me hundo
suave gatilleo mental,
masturbación de masas, de ayeres de playa, de morenas sudacas,
de voces agenas, perturbadoras sabanitas húmedas.
No soy poeta, soy un poema, soy tus manos aferradas a mis piernas
y la horas parada frente al papel, con el pincel en la mano y el lápiz bajo la lengua,
con la tuya sobre mis senos, con el miedo endureciéndome el ceño
y los ojos bien alto, claros, mirando el cielo.
Las miradas de mujeres terribles, de noches a solas, de gatos en celo
como si con esto pudieras entender cuanto me gusta sentirte dentro mio, sobre mi cuerpo.

Si puedes, llámame.

NECESITO SABER DE TI
de como han ido tus días, tus horas... aun caminas en este mundo?
o es que acaso has cumplido con aquel pacto que te tenias y del que tanto pedí que negaras?
dime! aun andas por ahí, mirando el cielo... sera acaso que al mirarlo recuerdas lo que fui?
aun lees mi versos, aun buscas mi nombre... aun oyes mi voz?
y soñé con esa vez, esa, que me dijiste que nos diéramos un tiro
que tonta fui, que tonta... almenos así estaría bajo el alero de tu abrigo.

En mis maletas

Hice una maleta de risitas, metí tu foto en un sobre de plástico y me fui a bailar... 
y como si perdiera el equilibrio entre tanta vuelta idiota, me dispuse a marchar,
 a viajarte por la espalda y hacerte un canto que surtió el efecto de mil besos y bocanadas de aire y humo, 
de humedad y cielo, todo esto en una bolsa de basura... mira donde vinimos a parar.

Lobo aturdido

Y Ahora... He de andar por el mundo entre siglos, como un niño descalzo, como un ave con las alas rotas
y desde mi ventana observar la implacable espera sintiendo el fuego llano como el mas amargo,
 como una tala de arboles, de pájaros enjaulados, de noches sin luna, 
como un lobo aturdido rezandole al sol.

Si tu tiempo fue el mio

Me olvide de olvidar, que busque las luces de tu vida en el viento, enredada en tu pelo
y los recuerdos que fueron los únicos, así, ya ni los logro recordar, ya no.
Sin memoria, de paso, bajo este fuego ingrato,
porque esta espera se hizo larga, y la tregua ya esta harta
harta de los amores de sombra, y de noche, y de las estrellas impacientes
incautas, subversivas... no quieren dejarme ver los tuyos, esos, tus ojos
esos ojos dormidos, bajo el mar y los azulejos de tu canto... ¡cuantas veces llore tu canto!.
¡Ay mi niño!, ¡ay de mi!... y es que ya no me contento, y el vino me sabe a miel
me sabe a olvido, ¡ay!... ¡ay de ti que me observas desde lejos!.
Conjugo mil artimañas para recordarte mio, así, a solas en mi cuarto, y en mi cama.
Ay de nosotros mi amor, que tus hijos y tus hermanos, tus silencios te han hecho esclavo
y a mi fugitiva, ¿de qué...? ya ni me acuerdo.
Y así voy... de a poquito, olvidándome de todo, y ya no se si tu  rostro es tu rostro
si tus manos son las tuyas
o si tu tiempo fue el mio...

Ojos rojos

Quieres hacer algo por mi?
pues calla, que sepa de ti, ni tu dolor
ni de tus ojos rojos.
Y a la manera del ayer te digo
cesa el arado, el latifundio implacable de tu silencio.
Como la coyuntura de los bueyes, la yunta que esta rota
desapareces al alba,
como durmiente bajo los cipreses.
No, no me mires así
como evitando que camine entre el "llano en llamas",
como evitando que la flora incauta saboree tus besos ya marchitos,
tus manos insaciables
como si murieran de frío, de hambre... de amor.

Ceaché

Por mucho que lo intente.

Quiza sea mejor dejar de intentar sostener el cielo con las manos
quiza mejor aceptar que es inevitable que de entre tus dedos escurra el agua,
como tus manos de las mias, tu cuerpo de mi cuerpo
como la simple ley de que todo lo que sube tiene que caer.
Ya no quiero inventar excusas, no puedo sostenerte,
no con estas pequeñas manos, ni esta pequeña voz, no sin tenerte (no asi, a medias)
Por mucho que lo intente.

A la bulldog de la esquina...

Le veo con el hocico tierno asomado a la acera...
y me mira, expectante, a la espera de una caricia de mi mano.
La alegría que siento al verle jadear, muy linda ella, también gruñe un poco
cuando ve que ya me he ido...
y así pasan los días, y me espera... y sus ojitos brillan.
Aveces no esta, aveces paso rápido y le busco
busco verle oculta tras la reja, durmiendo una siesta bajo el auto del vecino,
roncando un poquito placentera, aveces... se ha ido.
Y viene el día siguiente, me mira... si, me mira, y bajo cada caricia pareciera que
con sus ojitos, con solo ver sus ojitos pudiera yo comprender que ella me entiende
que así como yo, también comprende lo que compartimos...
que somos hermanas, amigas, que nos ha unido la misma pena, la misma espera.

(¿AHORA ME ENTENDES?)

Bebe, voy a dejarte.

Que estoy haciendo con mi vida?

miro mis manos, huelo mi cuerpo, recuerdo que siento hambre. Soy un simple animal.

Arrastro los pies, levantando polvo, polvo que no quiero ver llover, como una anima,

camino entre fotos, entre parpados oscuros y me sangran las palabras.

Como una cruz llevo tus recuerdos

y de otros tantos... tantos que ya siquiera recuerdo sus nombres, sus bocas, sus manos

manos... las manos que siempre miro, porque ya no tengo otra cosa que mirar

prefiero eso a que mantenerme en el suelo, solo porque no me veas llorar

ni gritar! ni reír! ni que te des cuenta de que el mar ya no puede con estas olas,

y que era mentira eso que decían... la tristeza no se la lleva el perdón... NI PERDÓN NI OLVIDO

y si, me siento como una desaparecida... y lo siento, nunca voy a olvidar, ni clamar por tu perdón.

Costumbres

Verte y no tenerte...
hojas, luces rojas, silencios.
Verte y recordar que te tuve (al menos por unos minutos)
cortes de pelo, palabras, frustración.
Ver a tu madre, encontrármela en la calle
reír, mirar sus manos... he pensado en todas las veces que han sostenido las tuyas.
Espero con impaciencia oír tu nombre, después de un rato, creo que lo mejor ha sido no sentirlo
no convendría que otros se diesen cuenta.
¿¡Qué costumbre es esta!? la de beber y olvidarnos de todo
de recordarnos a nosotros mismos, y que la verdad fluya con la gracia de mil versos ( cansados).
Acostumbro partir, y hoy que no quise... acostumbras partir?

(con un solo beso, uno, fui de ti)

Te mata

Levanta tu cabeza e incauta ve libre al vuelo

paloma, no dejes que el te hiera

porque cada palabra suya es como una daga.

El cubre con caricias lo que su mano mancha, se marcha y tu en silencio sangras

a escondidas danzas, vuelves a la vida, a susurros azules sanas.

El vuelve, y tus miedos vuelven a llover, el te dejo de querer,

ya no es tu príncipe, ese cuentito lo devoro hace años, se ha vuelto tu enemigo, solo daño

te hace el amor como si esperara ver brillar tus ojos, el ingrato ya no piensa en ceder

manipula un lo siento, quieto, y tu... vuelves a caer.

Olor a diluyente

Me miraste como si  importara lo que gritaran las vecinas
conjugaste un ¡corre!, y de pronto vi el cielo arder
las estrellas acongojadas reían a carcajadas nerviosas, esperaban verte volver
tu también sonreías, observábamos de lejos el resplandor luminoso del amor en llamas
árbol con olor a diluyente, pies mojados, cabello transpirado
extasiados de nuestra creación a versos danzamos, también aullamos
y la luna junto al canto del lobo nos ayudo a escapar, entre las sombras, furtivos.

Tiempo

Como pasa el tiempo, las horas pasan, todo cambia... también cambie yo, y aun sigo repitiendole al espejo que soy la misma.
 Las palabras me hacen eco, como si realmente fuera cierto,
 como si con ello volviera a los tiempos de antaño y me viera en aquel columpio que tarde a tarde esperaba vacío,
 bajo aquel árbol enorme que tanto le gustaba al abuelo...
Ya no hay árbol, ni columpio, ni el abuelo vive, hace años que se han ido.
 No hay plazas, ni niños, solo un pequeño supermercado. Yo... yo ya no existo.

oj - ala

Ojala fuera tan facil como tomar los restos de ti, de este amor, y ocultarlos en un cajon
ojala fuera tan sencillo como decir lo siento y partir
(hace mas de un mes...)

En el bolsillo de tu abrigo

Cuando me dijiste "entonces"
las palabras amargas del día anterior se me hicieron marchitas, y no quise preguntarte por qué
vagamente me acuerdo de tu hermana, tu prima y tu tia...
Y busco en ellas tu rostro, rasgos de lo que deseé hallar en ti
o de lo que pense encontrar en ese "entonces".
El día pasado se me hizo largo, inmenso, tan inmenso como si pudiera dormirme en el bolsillo de tu abrigo,
como si realmente pudiera doblarme como una cartita de esas de los Lunes, manchada con un poco de café de la mañana...
y irme ahi, tan incauta como una de las cartitas, en el bolsillo de tu abrigo.

dieciochodelocho

Ventana azul,
me levanto, lluvia de agua y tierra...
ahuyo tu nombre.

Como ayer

Discúlpame, si me rindo
ya no puedo mirarte, sin temer que me destruyas
sin sentir el miedo de este vacío inmenso y trémulo, con el que enjuagaron tu espalda mis lagrimas.
Discúlpame si mis manos ya no sostienen las tuyas
y si mi lengua bajo fuego se tiño de escarlata.

Corre

Me buscas, entre el gentio inmeso
bajo el frio, las luces de afuera, la sonata de los automoviles y las micros
junto a tus amigos y los mios, que yacen como si muertos, estubieran dormidos.
Apelas a mis gemidos, bajo el deseo irrefutable de la humedad de mi sexo, como sediento
como hambriento de mi aliento, de la suavidad sobre la curva de mis senos
de tu piel junto a la mia, de tu impetu sobre mi cuerpo
como un comun acuerdo de juventud y carnalidad.
Y me tomas, te undes en lo mas profundo y tu sonrisa complaciente se me apetece como si no hubiese ayer
como si al marchar por las calles de Santiago, esas de antaño, no nos devorara la misma hiel.
Te corres y corres lejos, tus parpados veo caer
tus pupilas extasiadas que titilan  hasta enloquecer,
relativa realidad que me hace desearte... quererte sin querer.

Sabado

Besame los ojos, por si no te vuelvo a ver.
Ventarron oscuro para la pena, palabras azules para tu silencio amargo
vienes donde yo ya no voy, me sigues donde ya no he ido... y aun asi me encuentro tras de ti
de espalda al sol;
Como la palomita atrapada en el techo de la casa despues de invierno
las migajitas de pan que ya no comia, y el agua, que no bebia.

Sido

Soy como el hambre que sentias de niño, como el hombre que deseaste ser un día 
y las palabras, y las esquinas, y las mujeres con las que pensaste que dormirias.
Soy como la cronologia fuera de tiempo, fuera de espacio y un segundo con el rostro bajo el asfalto
cubierto bajo la colcha de la juerga vanal del alcohol que dejaste de beber
con la almohada grizacea y gracienta de los cigarrillos con los que te vi crecer
y las ideas, y las plazas, y los hombres con los que un dia me acoste;
como si por cada beso viniera a mi el fragmento de una nueva vida,
como si por cada vez que les hice el amor tubiera la idea abstracta de sentirme perdida.
Soy como los días en los que acude el milagro de un jugueteo febril, yo soy viento
y las piedras, que ruedan, camino abajo.
Como todos los niñitos abandonados en los rincones de santiago, como sus madres cansadas de amantar,
como el fuego ya extinguido, como la mierda y la sangre mescladas bajo las alcantarillas de esta puta ciudad.
Soy lo que soy y he sido; y he sido lo que he sido porque he recordado que no olvido.

123

Esto es lo que soy; carne, un manojo de huesos y un vacio silencio.

Post data y cal

Me levante temprano, como siempre
en busca de un asiento frente al sol
y el sol que ya no era sol, ni fuego
se me escapo entre cucharaditas de cal...
Poco y nada tiene que ver con usted

PD: hablando de la cal...
escuche por ahi decir, que eliminaba la carne, del hueso
como si a vomitonas agenas presentiera que no hay ganas de ganar
ni de perder, y es que lo justo al parecer termina siendo injusto, indiscreto
como si a gritos de gato en celo te pretendiera hacer callar
Te recuerdo, poco y nada tiene que ver contigo, aun asi...
dejame a silencio observar tu caminar.

Ratita virulenta

Pareciera que algo divino te trajo a mi en vuelto en una mantita, con olor a cielo
como un niño de pecho, con delicadeza  de leche y miel
casi por coincidencia, como sin querer.
Y en lo que respecta a mi, qué?
Nada, nada y todo para todos, no es asi?
Como si esta odisea de silencios no me fuera suficiente,
como si ya no me quemaran los labios por decir "basta!".
Y me escapo de ti, como una rata virulenta
a saltitos pequeños...
mientras te haces el dormido, y luego te miro
 yo beso tu frente, beso tus días y me quedo
busco el alero de tu abrazo, hago el amor contigo
sueño contigo, imajino contigo y sufro por los dias, que no estas conmigo.

Aguarrás

Un poco de hierva como automedicacion, fundirme entre columnas de humo
Nadar junto a sirenas, en este inmenso rio etilico.
Dejar de ser, o mas bien saber, de mi.
No soy una buena mujer, o quizas si, ya ni me acuerdo
mejor asi, no me interesa escribir para disculparme, conmigo misma ni mi yo, que ya no entiendo.
No he sido un buen amor, quizas si buen amante...
Mejor no pienso, mejor dormir, descarte.

Libros

Llega un punto en que las novelas rosas me dejan un sabor amargo
que nisiquiera el chocolate con leche logra opacar.
Esta mañana he encendido un cigarro, tomado un café entre borrachos hambrientos de sol,
como compañia, unas cuantas paginas de desayuno...
He caminado,  junto a extraños.
Que facil es culpar al sueño, tenerlo de excusa y sin  miramiento sonreir y decir "todo esta bien"
que facil fingir lectura, se ahorran molestias, preguntas.

Todos mis Santos

Esto es lo unico que tenemos...
me siento, como si tubiera ya, sesenta y cinco años y me hubiera jubilado,
como sin un monton de mis hijos se me hubiesen casado
y no tubiera más que hacer que mirar por la ventana.
como si el cenit de mi juventud se me hubiese escapado
estubiera ahora, cobijado bajo el impetú de una pasional revolcada de verano.
Como un viejo hago conteo del ayer y me replanteo la idea de por qué ir contra mis demonios...

Despues de un rato, terminan siendo santos, con los que ya no deseo luchar.

Lo que provoca el carnaval.

Paso rapido, ritmico silencio
humedad de la noche, que me sigue, como me siguen las rojas en los semaforos
y las hojas, que hace unos dias estan cayendo.
De pie, un reflejo sostiene mi frente...
Un par de acordes, una voz serena bajo  bocinas, en medio de otras tantas voces.
"Seria tan facil fingir... que te volvere a ver, que te volvere a ver"
precisamente en este instante, siento fobia.
Terror de la lluvia, de la noche, de la guitarra, de la voz y la cancion, de la micro, de la gente y la soledad
terror de pensar en ti, en esto de sentirme vivo y no poder llegar
de no volver a ti, de ya no poder regresar.

Tu lengua

El lenguaje no habla, las palabras bastan
el silencio como un si de deseos se lleva la calma.
Mis piernas, tanta afinidad a tu cama.
Aguita de duchas craneales, el cerebro como ceniza destila
fluye, se me caen los cesos como si fuesen hojas, se me van con el viento, sediento, me falta el aire, aire que
como ciego busco de tu boca, respirar la complejidad de la complicidad en cada verso deleitado en tu lengua
subversiva, enloquecida, causando desmanes en los placeres de mi inconciente vida.

Silencio azul

Soy como el sol que desea cubrirte y entre sombras dibujarte,
el olor de tu piel me sabe a dulzura
y hay un deseo inmenso en esta cama, llena de agua en un vaiven insaciable
un deseo de ti, del calor de tu silencio azul.
Soy como el frio inmenso tras la humedad nocturna
como espasmo adolescente tras un beso febril.
A mis espaldas hay un mar de desaciertos, de desacuerdos de un recuerdo y un olvido
y me acompañan las ideas de un sueño de infancia por deshacer.
le hago el amor a tu recuerdo... como el unico y como la lluvia, caen gota a gota los segundos lejos de ti.

Anhelo postumo

De pronto, siento esta necesidad de escribirte
que llega como la visita de un ser indeseado, como quien escribe la lista del supermecado.
como si pretendiera alegrarme, conjuro un "cómo estas", asi, en silencio
y al oir mi propia voz resuena en mi el eco de una idiotez casi inocente...
que dificil seria responder o ser oido, seis metros bajo tierra
¡bajo tierra!... me lo repito, para no querer hablarte, no querer verte.
y aun asi brota de mis labios tu nombre, como si florecieran azucenas de plata.

Como si fuera Lunes.

Quiero beberme el aire... Puedo?
y es que las ancias juntas al carraspeo desmedido queman la garganta,
un trago largo, sin pausas, sin respiros y,  si no fuera molestia
comer un poquito de viento invernal
a cucharadas inescrupulosas, con el hambre boraz de quince dias
ir temprano a la cama, para no verte mas.

Dia D

"Ayuda a recoger los escombros", me dijo
mientras caminaba de un lado a otro, acarriando piedras, levantando polvo.
Sentada sobre un par de libros viejos, observaba la danza frenetica del humo de un ardor extinguido.
Me sacudi las manos, negras, sobre la falda cansada
y me levante, en poz de la estrategia del plan del mono
caminando de un lado a otro, acarriando piedras, levantando polvo...

Cuantos

Hablando de los sauces...
Recorde el cuerpo de aquellas caminatas oscuras
bajo una noche violada por las luces
y por los automoviles vomitando humo.
El sudor, con delicadeza de rocio
apurando el paso, con el sabor amargo de un viejo beso sobre la frente
y un desconocido dulzor sobre la boca
que no alcance a asimilar...
y otros tantos, tantas lenguas
perdidas en los confines solitarios de una mente hueca.

Por dos días

Como queriendo librarme de la cordura
voy cantandole a los sauces
ello me miran, asoman sus grandes melenas sobre el campo.
Ojitos brillantes se reflejan
como espejismos de ayer sobre la ventana
Adios Santiago...

(Des)pacio

Me levante temprano, como siempre
en busca de un asiento frente al sol
y el sol que ya no era sol, ni fuego
se me escapo entre cucharaditas de cal...

Poco y nada tiene que ver con usted.

cotidiano

Te extraño, como se extraña al final del dia, frente a una cama sin hacer, y las sabanas se me asemejan a la bruma, las ideas se me funden, se desbordan como la espuma, y el agua no se deja ver...
Lo hago, como se hace en las mañanas, despues de una taza de cafe.

Verano

Debo dejar de beberte, luz de invierno
dejar de lado la presunta pretencion de prenderte fuego
al unisono, sumerjirte en hielo.
Las escarchas me parece  ya estan marchitas
sosegadas, cansadas del mismo canto
y aquel manicomio noctambulo que se vuelve la oscuridad para la hierva
esta redimido bajo el sol intenso de verano.
Tozudamente voy tras el parlamento de arboles, de circulos, de humedades
y vuelvo a encontrarme derrotada bajo la sombra escualida de aquellos muros,
ni siquiera la noche ha sido capaz de brindarme la oscuridad y agua que preciso
se ha vuelto una revocada de calentura, parecida a casa de putas.
 Mujer doliente, no hay frio, solo calor, calor pegotiado
sueño, cansancio, mal animo.

Decibel

Casi como muerta bajo el manto crepuscular de un viejo otoño
en silencio acaricio el cielo grizaceo y estrepitoso de mis tormentos
mis palabras sugerentes se derraman
casi como tragedias menstruantes
y aquel hueco vacio de las tuyas
se siente como la mas grandiosa de mis heridas
tanta inconsecuencia me mastica las entrañas y devora las ideas...
Sabes bien que me pesan las amapolas

Incauta

Déjame que encuentre la mirada grácil tras tu implacable misterio
Observarte en silencio, oculta desde lejos
Enviarte besos en alas de delirios
Elevarte entre las manos de mis abismos.
Déjame dormir bajo el umbral de tus deseos
Bajo la noche de tus ojos, acurrucada entre suavidad de plumas
Y tus pestañas inquietas, oscuras, adormezcan mis palabras, mis pensamientos.
Déjame tocar la lejanía de tus pesares, déjame ser yo quien los repare
Tener alma de ruiseñor, de días lluviosos, de tempestades de mares
Ir cada noche y cantarte, tener una excusa para llamarte
Para verte, para escondida acariciarte
Enjuagar tus cabellos con lirios de luna, lágrimas de plata, hacerte señor de mis dominios
De mis melodías de cuna, de mi aleteo herido, de mis ojos dormidos.
Déjame darte el lazo de mi vestido
Arrullarte bajo el cielo raso
Déjame posar tus ideas cristalinas sobre mi regazo.
Mi amor, déjame una vez mas recitarte mis mil vidas
Mis alegrías, mis disparates y huidas
Ser la dueña de tus versos, ser la que por encantarte no tiene perdón
Ni día, ni tiempo, ni razón