Y cuando no este... ¿Qué?
Las manos frías no serán más que el recuerdo de lo que un día toque, de aquellas cosas que envolví entre caricias, entre golpes, sacudidas. Ya no serán más que eso, una par de manos, pequeñas, inmaculadas.
Pienso en como se verían mis cabellos, el enjambre de la madrugada ya no actuara mas, no habrán mas pruebas de rigor, ni cambios de luces ni de noches... Les imagino largos, quietos, completamente cansados.
Imagino también a mis piernas, tan dulces y diminutas, tan tiernas. ¡Cuantas veces no abrazaron en medio de tanto miedo, de tanta pasión!, tantas han sido las veces que han amado, como una madre, protectora, incondicionalmente benefactoras, precursoras de dichas, de abrigo.
Mis senos, mi cintura, mi espalda... Casi veo sus posturas, nada más que carne, simple masa falta de aire, falta de sueños. Tan lejanos siento los días en que formaron parte de un lecho, rodeado de tanta espuma... En el entonces, un valle seco, muerto.
Huesos y polvo, polvo de huesos.
Mis ojos a medio cerrar ya no verán mas, al fin tomaran un descanso, han visto tanto y ya no pueden más,
Para que hablar de mis labios y de mi lengua... quizás este de mas, quizás no, el tiempo lo dirá.
Me veo una y otra vez de tantas formas, entre lirios, bajo un sauce, quizás, si es posible, lejos.
¡No quiero llantos! ¿Para qué? mucho menos lamentaciones, el tiempo de los lamentos ya paso, los remordimientos no sirven de nada, menos cuando no hay nada.
¡No quiero que me recuerden! no quiero que me nombren, no quiero que hayan pies de existencia.
No quiero que piensen en mi, ni en lo que fui, ni el como seria, menos en lo que pudo ser
Poco y nada merezco de sentirse, de pesares, de recuerdos... ¡No los quiero! no después de esto.
El hoy es "hoy", mañana "mañana" y pasado poco importa.