Encojer las piernas contra el pecho, los ojos vueltos mirando el techo,
reducirme a cero. Asimilando la inmensa penumbra que nos acoje y la
manera sepulcral en que el odio nos cierra la boca. Somos parte de esta
generacion perdida bajo la degeneracion del caos. Las ganas de asesinar
emerjen desde dentro y visiones apocalipticas seducen en silencio.
Basura de vida que nos encadena al suelo como esclavos, nos escupe, nos
martilla el craneo como a clavos, todos iguales, todos con una funcion,
en poz de una "mision".